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martes, 27 de mayo de 2014

EL VOTO DE OPINIÓN UNA HERRAMIENTA EN VÍA DE EXTINCIÓN

Resulta lamentable el gran gasto que hace el estado para financiar un debate electoral tan importante como es la elección de presidente de la república y con el cual se va entregar la responsabilidad de dirigir los destinos de nuestro país a una persona cuyas propuestas e ideologías tendremos que soportar o asumir por decisión de las mayorías en homenaje a la democracia.

Lo lamentable no es el proceso de elección como tal, sino el hecho de que por desinterés de nosotros los ciudadanos y por mera estrategia de nuestra clase política nacional, el pasado domingo 24 de mayo, apenas el 44% de los colombianos hayan acudidos a las urnas, donde en sectores como la costa atlántica el abstencionismo alcanzó porcentajes hasta del 75%, con respecto al número de personas habilitadas para sufragar.

Estrategia porque ningún o muy pocos senadores, representantes a la cámara y gobernantes de los partidos de gobierno, movieron una paja para poner a funcionar las maquinarias políticas que les permitió mantener o asegurar una curul en el congreso de la república, gracias a la mermelada que en muchos de los casos venían recibiendo precisamente del presidente candidato al que según alianzas juraron respaldar y apoyar.

Pero por que precisamente los señores padres de la patria en su mayoría amigos del presidente candidato hicieron tan poco para mostrar su poder electoral justo cuando este lo necesitaba?

No queremos llegar a pensar que todo se hizo con el fin de forzar la segunda vuelta, solo con el fin de obligar de manera elegante y estratégica al ahora necesitado presidente candidato a negociar el pastel burocrático que va a generar un nuevo periodo de gobierno, desde ministerios y dirección de entes descentralizados, hasta grandes contratos y acuerdos políticos con miras a los procesos electorales locales del otro año, entre otros.

Negociar ahora y por adelantado en un acuerdo donde todos saldrán a aceitar y mover sus grandes o medianas maquinarias, con la seguridad de que sus votantes como borregos esperan pacientemente que regresen los sancocho, las camisetas y el transporte para salir a ejercer su legítimo  derecho al voto, esta vez y como  si nada hubiera pasado 20 días atrás, dispuestos a abarrotar las filas de cada puesto de votación en todos los rincones del país.

Seguramente muchos de ustedes se preguntaran. ¿Bueno y como entran en esos acuerdos los partidos políticos cuyos candidatos no alcanzaron la votación necesaria para llegar a segunda vuelta?

Pues será muy fácil porque seguramente escucharemos a nuestro presidente candidato acoger algunas de las propuestas de Clara López y/o de Enrique Peñalosa si los dos o alguno de los dos logra precisamente los acuerdos necesarios para pactar y hacer pública las alianzas.

Y es entonces cuando veremos en una eventual victoria a una alianza de gobierno más grande, con dirigentes de todos los sectores políticos e ideológicos del país, desde la derecha de los conservadores, de cambio radical y del partido de la U, la centro derecha del partido liberal y la izquierda del polo y porque no, la de Petro, en un mosaico interesante pero difícil de mantener en tiempo y espacio de cuatro años de gobierno.

Pero como todo esto es una simple suposición de este servidor, basada en la terrible desolación reinante en todos los puestos de votación el pasado 24 de mayo y donde se evidenció una vez más que el voto de opinión es una poderosa herramienta que en Colombia está en vía de extinción, no solo porque no existe el más mínimo interés de expresarnos de manera voluntaria y autónoma en las urnas, eso para qué? si al fin y al cabo los políticos nos han enseñado que votar tiene un costo o una ayuda como le llaman, aunque la factura que nos pasen después sea muy superior a los beneficios que momentáneamente nos puedan ofrecer.
Lo cierto es que ahora nuestra realidad es quizás la más polarizada de los últimos años, con una ultraderecha guerrerista motivada por su estrecho triunfo en primera vuelta y una derecha moderada en alianza con otros sectores ideológicos, que deben trabajar a fondo para mantener el poder y las posibilidades de un acuerdo de paz con la guerrilla más antigua del mundo. La Farc.

Pero de igual manera solo nosotros y nada más que nosotros los ciudadanos y votantes, somos los que a última hora y por determinación propia, quienes el próximo domingo 15 de junio, escogeremos el camino que queremos que lleve nuestro país a partir del 20 de julio,. 

Por eso primero piense y luego vote.


Alex Miranda Ch
Periodista