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miércoles, 12 de marzo de 2014

EL DEBATE ELECTORAL NO FUE ATÍPICO, POR QUE LA MANERA DE HACER VOTAR A LA GENTE FUE LA MISMA


Luego de una campaña electoral que acelero después de navidad e hiso una pequeña pausa en los cuatro días de carnaval, para posteriormente desembocar en los cuatro últimos días cruciales, no hubo mayores sorpresas en nuestro municipio, pues desde un principio los lideres o dirigentes de la mayoría de las campañas fuertes, mostraron sus cartas y estrategias para más que cautivar, amarrar y comprometer los votos de nuestros conciudadanos.

Pudimos apreciar de cerca la presión descarada y arrogante de los colegios privados sobre los padres de familia cuyos hijos son beneficiarios de las becas que el estado otorga a estudiantes de escasos recursos o desplazados, para que comprometieran determinado número de votos de familiares o conocidos a favor de los candidatos del partido político de la administración municipal, que adelanto la firma de los contratos de dichas becas con los privados, precisamente para este fin, igual sucedió con el programa de viviendas gratis y ni que decir con los empleados públicos, obligados a llenar cuanta reunión se realizó, además de colocar determinada cantidad de votos con tal de mantener el cargo que le fue asignado.

Hasta el momento no hemos comentado nada nuevo, nada que no se haya venido haciendo antes, nada que no haya ocurrido con anterioridad, pues por otro lado los dirigentes importantes pero ya sin poder, desplegaron por su parte una campaña cargada de gran desconfianza hacia el elector, pero con mucho dinero y sorprendentes propuestas de entrega de electrodomésticos, aparatos de alta tecnología y no podía faltar por supuesto, la entrega de lotes. Pero todo no solo a cambio de un determinado número de votos, según lo que necesitara el interesado; pero la cuestión no llegaba hasta allí, pues para sellar el pacto la persona debía firmar un pagare en blanco e incluso colocar su huella digital, como garantía de cumplimiento.

En otra esquina del proceso que acaba de culminar, se abrieron paso con mucha fuerza, unas campañas muy particulares que barrieron, literalmente hablando, todos los rincones del municipio en busca de personas sin compromiso y dispuestas a venderles el voto, cosa que no les resulto para nada difícil, pues nuestra frágil democracia no tiene como combatir estos actos de corrupción, que mal acostumbran al ciudadano, renunciando a la posibilidad de elegir la mejor opción por elegir sin importar las propuestas a quien más ofrezca.

Tan solo nos queda preguntar ¿quién controla los abusos sobre la comunidad que es beneficiara de los programas del estado en época electoral, quien vigila el cumplimiento de los topes de gastos establecidos en la ley, para las campañas electorales. Pero sobre todo de donde sale tanto dinero para financiar algunas campañas, cuyo gastos superaron cualquier cifra imaginable?

A quienes quieren empavonarse con los resultados alcanzados, hay que recordarles que si bien los candidatos les entregaron la confianza, también de una manera u otro hicieron el mandado a la corrupción y dejaron claro que ellos no necesitan hacer propuestas a una comunidad que ya se acostumbró a no prestar atención a compromisos de posibles soluciones a unos problemas a los que una inmensa mayoría está adaptada y lamentablemente acostumbrada, ya que después que haya quien ofrezca platica por el voto o cualquier otra cosa que lo beneficie en particular, para que buscar más.


Un pueblo que elige a corruptos, no es víctima, es cómplice. Anónimo 


Alex Miranda Ch
Periodista