Teniendo en cuenta que siempre el primer año de un gobernante es
considerado como el año de las dificultades, de las experiencias o el año del
acoplamiento, podemos considerar que este segundo año, debe ser para el alcalde
Víctor Escorcia, el año para demostrar con sus acciones de gobierno que un
mejor Malambo si es posible. Pero eso no lo hará cambiando funcionarios solo
para entregar más burocracia a los concejales y aliados políticos, ni
entregando ordenes de trabajo a los lideres o dirigentes cívicos o comunales
para mantenerlos contentos.
La única manera de hacer realidad el cambio en Malambo es
planteando en serio los problemas más graves que afectan al municipio y con
ello también estudiar las posibles y reales soluciones, elaborar los proyector necesario y
presentarlos ante los entes departamentales y nacionales con el fin de
conseguir la cofinanciación de los mismos, para eso deben estar en los cargos
más importantes profesionales competentes y con capacidad gerencial, personas
que por encima de la recomendación política, tenga la experiencia o el
conocimiento que permita ventilar las posibles salidas a los múltiples
problemas heredados de administración en administración y que al paso del
tiempo se han vuelto inmanejables en parte por el desinterés de los dirigentes
locales y en otra por incapacidad y corrupción de los funcionarios a cargo del
municipio.
Pero como todas las cosas esos ajustes deben comenzar desde el
inicio e indudablemente ese inicio es comenzar con ajustar las finanzas del
municipio y demostrar ante el gobierno nacional, su verdadero interés de
afrontar la enorme deuda que posee el municipio y comprometer un plan de ajuste
y saneamiento fiscal al que ya sus antecesores se comprometieron en el momento
pero terminaron haciendo todo lo contrario; es necesario hacer con apoyo de
Minhacienda una seria revisión de las cuentas por pagar del municipio e iniciar
una investigación sobre las cuentas pagadas desde la época de la fallida
reestructuración sobre la ley 550 hasta el momento, para poder constatar si es
cierto lo que a voz populis se comenta,
sobre como muchos acreedores gracias a las acciones de algunos abogados
inescrupulosos, han logrado que el municipio les haya cancelado las mismas
cuentas en repetidas ocasiones y en diferentes administraciones. Por supuesto
que si es así es imposible que el municipio salga adelante, además esos
bandidos corruptos con sus acciones no solo están desfalcando las finanzas del
municipio, sino se están robando los recursos de la educación, la salud y el
bienestar de nuestros hijos.
¿Igual hay que
hacer con la no muy clara negociación entre el municipio y las Empresas Públicas
de Medellin donde el acueducto de Malambo pasó a manos de E.P.M. Por la
ridícula suma de $4.500 Millones cuando la última interventoría realizada al
momentos de hacer la entrega al municipio por parte de Operadores de Servicios
del Norte, el acueducto de Malambo estaba valorado en una cifra superior a los
$33.000 Millones, que pasó allí, quien regaló el patrimonio de Malambo, que
papel realmente juega E.P.M. en esta negociación no muy clara, donde está la
plata que prometieron invertir los antioqueños desde el año anterior, por que a
esta altura no se ha invertido un peso por parte de esta empresa en la
expansión del servicio, sino todo lo avanzado ha sido con recursos de la
gobernación o peor aun, por que no existe denuncia alguna sobre este extraño
negocio donde los Malamberos no solo terminamos regalando el acueducto, sino
que nos toca pagar la deuda de más de $12.000 Millones que hay con el anterior
operador, cuando esto pudo ser parte de las negociaciones con empresas publicas y aun así salíamos
perdiendo, pero tampoco se hizo.?
Son solo dos de los grandes líos que debe afrontar con seriedad
este año el alcalde y su equipo de gobierno o pagar las consecuencias de no
hacerlo, por que indudablemente la lluvia de embargos, demandas y otras
acciones judiciales no se van a hacer esperar y con ellas se van a ir los
recursos de la inversión social. Si no se toman medidas claras y determinantes,
especialmente en estos momentos cuando el gobierno nacional posee varios
mecanismos que permiten ayudar a los municipios con mandatarios dispuestos a
cumplir con sus tareas.
Volviendo a lo local, esperamos que los cambios en cultura sean
de fondo y no de forma, necesitamos funcionarios honestos y con gran compromiso
e interés en apoyar realmente a los actores culturales del municipio para que
no se pierdan las tradiciones y los valores culturales del municipio, es
importante que esos dineros que son de destinación especifica se inviertan
realmente en cultura y no en actos públicos, publicidad de papel o excesiva
contratación burocrática, cuando lo que hay que contratar es a maestros de
música folclórica, instructores de baile folclórico, maestros de artesanía y
profesionales capaces de elaborar proyectos culturales macro, como el museo
municipal por ejemplo y presentarlo al ministerio de cultura donde año tras año
sobran recursos, por que los municipios no son capaces de elaborar y presentar
proyectos culturales de gran envergadura. Pero ojo que a esos maestros,
instructores y profesionales se les respete el valor de su trabajo y se
aproveche al máximo sus conocimientos para que realmente se comience a notar el
cambio en el manejo de este ente descentralizado, sin propuestas indecentes
como el 50/50 o firma por 10 pero te pago 4, por que bajo esa premisa vulgar y
hamponezca solo seguirá reinando la cultura de la corrupción y el saqueo de
nuestro municipio y con ello la perdida de nuestra identidad.
Esperamos con actitud positiva los cambios en el gabinete del
alcalde, por que creemos que la intensión es que los mismos sean para mejorar,
para avanzar y desarrollar el programa de gobierno que la comunidad Malambera
eligió para que se hiciera realidad y poder decir que un mejor Malambo es
posible, de lo contrario y sin los cambios anunciados solo son parte de los
acuerdos burocráticos y políticos del alcalde y sus aliados, solo veremos
funcionarios títeres y firmones que solo se limitan a hacer lo que diga su jefe
con tal de ganarse el sueldo asignado, sin preocuparse en dejar huellas en el
desarrollo de sus labores publicas para el bien de la comunidad.
Alex Miranda Ch
Periodista
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